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Practiquen el dominio propio y manténganse
alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién
devorar.
1 Pedro 5:8
Dominio
propio. Resulta difícil para nosotros poder dominar nuestros deseos cuando no
somos disciplinados física, mental y espiritualmente, es necesario que estas
tres partes sean disciplinadas y moldeadas a la voluntad de Dios, ya tenemos
una lucha constante con nosotros mismos, la parte física quiere satisfacerse a
toda costa, la mente siempre está analizando como satisfacerse también y el
espíritu quiere busca la voluntad de Dios.
Es
necesario que estas tres partes sean controladas, ya que si no se tiene un
equilibrio entre ellas nada bueno puede suceder, imagina que la mente y el cuerpo
se ponen de acuerdo para realizar algo, pero el espíritu no lo está ¿Qué
sucedería en ese caso?, si nuestro espíritu es débil es más lógico es que de la
mente y el cuerpo ganaran esa pelea, por eso debemos buscar cada día mas de
Dios, porque cuando estamos cerca de él nuestro espíritu se hace fuerte.
Practicar el dominio propio y mantenerse alerta.
Cuando
logramos calmar la batalla que hay en nuestro interior, mediante una vida
constante de oración ayuno y búsqueda del espíritu santo, comienza la lucha exterior,
en este capítulo Pedro nos insta a permanecer alerta, por una sencilla razón,
si nos descuidamos podemos caer en este campo de guerra que le dicen vida y que
si no ganamos la guerra, lo que ganaremos será una eternidad de dolor, y este
no es el deseo de Dios, pero lamentablemente las personas cada día mas nos
apartamos de Dios y vamos perdiendo batalla tras batalla y cuando nos damos
cuenta ya estamos a punto de perder la guerra.
¡Alerta
todo el tiempo!, es fácil hacerlo cuando el enemigo ruge con fuerza, pero no
siempre el enemigo ataca de frente, hay ataques que son sigilosos y muchas
veces ni siquiera parecen ataques. Cuando mis padres eran adolecentes, los
adultos tenían un código secreto que los pequeños no conocían, ese código es el
“tente” (que hoy en día puede que se utilice y si ese es el caso hoy revelare
ese código a quienes no lo conocen), cuando un niño molestaba mucho, el adulto
lo enviaba donde otro a buscar el famoso “tente”, cuando el niño llegaba a
buscar el misterioso objeto cuya forma física se desconoce, el adulto
entretenía al niño por un buen tiempo hasta que el otro adulto pudiera
descansar.
El
famoso “tente” o mejor dicho “mantente ahí”, no era más que una distracción
para los adultos poder realizar sus actividades sin ninguna interrupción de los
niños, y siempre funcionaba porque lo niños no conocían el código que
utilizaban los adultos, así mismo el enemigo tiene códigos que nosotros no
conocemos y muchos son a simple vista, sigilosos y por eso no nos damos cuenta
de que nos están atacando.
Los
“tente” del enemigos son muchos y la mayoría son con actividades que todo
cristiano debe realizar, como orar, pero antes de que dejes de leer te
explicare cuando la oración se convierte en un “tente”, si sientes el llamado
en dar comida a las personas de la calle, debes hacerlo aunque sea a uno solo,
pero debes comenzar, tienes que dar el primer paso, no puedes ponerte a orar
para pedir recursos para alimentar personas sin hacer ninguna acción que le
demuestre al señor que de verdad sientes la pasión por hacer esa obra. La
oración es imprescindible para todo cristiano, pero cuando solo oras y no
accionas se convierte en un obstáculo.
No
es que la oración sea mala, al contrario, pero el enemigo muchas veces la
utiliza como un “tente” para nosotros y utiliza nuestra propia boca para
hacerlo, “Necesito una decimo séptima reconfirmación para darle un plato de
comida a ese hombre que se está muriendo de hambre” “Debemos orar para ver si
es la voluntad de Dios que prediquemos en las calles”, hay muchas cosas que no
necesitan oración, necesitan acción, el mundo está cansado de tantos teóricos
que solo identifican los problemas pero no traen soluciones, el mundo necesita
más personas que accionen.
Otro “tente” que el enemigo utiliza y que no sabemos que
es, es cargarnos de compromisos dentro de la iglesia, Si, dentro de la iglesia,
vamos adquiriendo cada vez más responsabilidades y nos vamos quedando sin
tiempo, sacrificamos el tiempo que dedicamos a los estudios, a la familia e
incluso el tiempo que dedicamos a la oración, y en ese momento nos encontramos
cerca de la meta, pero lejos del objetivo, estamos haciendo el trabajo que Dios
nos encomendó ,pero estamos lejos de él, estamos predicando, pero no tenemos
comunicación con Dios, estamos dando pero no estamos recibiendo.
Lenta y sigilosamente el enemigo logra apartarnos de
Dios, de esto debemos cuidarnos, de los ataques que no se ven ni se siente en
el momento porque son los más desastrosos al final.
Si te encuentras cerca de la meta pero lejos del
objetivo, te invito a que apagues tu ordenador, celular o tablet, y que
dediques un pequeño tiempo con el señor, no tienen que ser horas, lo importante
no es la cantidad es la calidad con la que ofrezcas ese tiempo, saca un pequeño
momento todos los días para hablar con el, vuelve a crear el habito de hablar
con el señor, aunque sea un pequeño momento pero no dejes hablar ni un solo día
con él y veras que estarás cerca de la meta y cerca del objetivo.
¡Dios
te bendiga!
#Maestro
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