Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí
nada podéis hacer.
Juan 15:5
Este fue uno de los versículos que más me impacto
de tiempo de orden, y mientras estuve analizando sobre este versículo me di
cuenta de que grave error es apartarse
de Dios una vez que lo conocemos, muchos viven su vida sin pensar en que tendrán
que rendir cuentas delante del señor, y otros aun ya conociendo se apartan del
camino.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos
Jesús es el tronco,
nosotros las ramas, ¿Qué hace una rama que no está en el árbol? Obviamente se
seca y termina siendo basura o leña, pero esta rama no se seca inmediatamente
al cortarla, sino que transcurre un tiempo para pasar esto, así hay muchas
personas que se apartan del camino pero se quedan cerca del tronco, aparentando
que aun están en el árbol, el único problema es que a la hora de dar fruto, se
nota que estaba arrimado y no pegado al tronco.
El árbol por medio de
las raíces busca agua, la cual lo mantiene con vida, mantiene sus ramas fuertes,
sus hojas hermosas y da buenos frutos, una rama que no esté en el árbol se seca
y muere, a paso lento, pero su muerte llega.
El que permanece en mí, y yo en él, éste lleva
mucho fruto
1- Con la sombra de Pedro se sanaban los enfermos.
2- Con la saliva de Jesús y un poco de tierra una
persona recibió la vista.
3- Con la palabra de Josué la tierra se detuvo.
Estos son solo pocos ejemplos de lo que puede
hacer una persona que está con el señor, pero no para jactarse de que tiene
alguna clase de súper poder, sino para cumplir con la obra del señor y servir a
las personas que lo necesitan, no es orar por un enfermo y hacerme un selfie
para que vean lo que “yo” hice, sino para que vean lo que hizo el señor.
Cuando compras pintura ¿Andas mostrando el envase
a todo el que entra en tu hogar para que vean que bueno es el envase y cuan
procesado fue en la fabrica para ser tan bueno como es, o simplemente dejas que
la pintura brille por si sola?
Debemos mostrar lo que el señor hace, porque ciertamente
una luz no se enciende para ponerse debajo de una mesa, pero debemos hacerlo
con orden, ni degradar el envase si exaltarlo más que lo que contiene, no eres
tu ni soy yo, es el Espíritu de Dios atreves de nosotros.
Debemos estar arraigados a Cristo porque cada vez
que cumplimos nuestro propósito, se crea un espacio que el señor quiere llenar
para seguir sirviendo de una manera cada vez mayor, entre más sirves más grande
es el deseo por seguir haciéndolo.
Porque separados de mí nada podéis hacer.
Recuerdo un mensaje de Dante Gebel, donde decía que
cuando nos apartamos del señor, somos como un carro que va corriendo y se le
acaba el combustible, este sigue corriendo por inercia pero llega un punto
donde se detiene, quizás no lo sientas pero es posible que tu combustible se esté
agotando, ¡no dejes que se termine!
Es tiempo de llegar a la meta sin desenfocarnos del objetivo, es tiempo de volver a las fuentes a saciarnos y llevar bendición a
los demás, y es tiempo de un orden que solo Jesús puede establecer.
¿Estás listo para lo que Dios tiene para ti?
#Maestro
0 Comentarios