El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra,
tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré.
Génesis 12:1
En un banco dominicano, encontré la
siguiente frase de promoción: si tienes
claro a dónde vas, nada podrá detenerte.
Escucho frecuentemente a muchos hermanos
decir: ‘’Dios me hablo, ‘’ recibí una palabra de parte de Dios’’, ‘’escuche la
voz de Dios’’, ‘’ tuve una visión’’.
Meditando en esta palabra he comprendido
que cuando Dios decide hablarle a alguien directamente es para que esa persona
entienda que tiene una dirección o una meta. Ejemplo de ellos encontramos a lo
largo de toda la biblia con muchos hombres y mujeres que Dios le trazo pautas.
Si vemos cuando Abrahán sale a una tierra de la cual no tenía ni idea, no contaba
con una brújula, GPS, no tenía un mapa pero si llevaba impregnado en su ser una
palabra que Dios le indicó, sal de tu
tierra y de tu parentela al lugar que yo te mostrare.
Él entendía que hasta que no recibiera
esa indicación debería continuar su camino. Quizás Abrahán se sentía cansado,
agobiado y en ocasiones frustrado pero debía continuar porque él estaba seguro
que estaba siendo guiado por el que todo lo sabe, el dueño del universo y que tenía
una plataforma diseñada para ubicar a su siervo obediente que le había
escuchado y obedecido.
Sabemos que nuestro Dios es un excelente
diseñador de todo lo creado y está al tanto de todas las necesidades de sus
hijos, el conoce que nos hace falta para cumplir con su plan en este tiempo, es
por esta razón que conociendo nuestra limitaciones humanas y nuestra forma de
querer alcanzar la meta sin muchas complicaciones el diseña un plan.
Pero este plan no se te revela en un
todo solo la parte final. Te explico: tú necesitas llegar a un lugar, es tu
responsabilidad llegar a ese lugar, pero tú no conoces cual es el mejor camino
o el atajo más corto, pero sí necesita llegar a ese punto. Pues es ahí donde
debes entender que es tu responsabilidad y debe completar la misión para que
recibas tu retribución. Eso es exactamente lo que sucede cuando Dios te marca y
te sella para desempeñar una misión
específica. El te da la palabra pero no el procedimiento. Te dice el resultado
pero la operación la descifras tú, te ofrece el resultado pero ejecutarlo te
toca a ti. Porque él sabe que en el proceso es donde tú mismo te prepara,
te pule, te ejercita y te llena de experiencia, las cuales serán necesarias
para desempeñar la función que está a punto de entregarte en tus manos.
Por esta razón no se puedes tomar atajos,
hay que seguir el proceso normal siempre que contemos con la aprobación y
guianza de Dios tendremos los resultados esperados, el que te orienta es porque
estará contigo y te dará las herramientas necesarias para que puedas llegar a
tu meta.
No te desanimes y trates de abandonar,
porque el creador conoce sus criaturas él sabe que tiene la capacidad para ser
victorioso y victoriosa. Confía que
cuando él te marco con una palabra era para afirmar tu confianza en él y
seguir adelante a pesar de todos los tropiezos y escombros que encuentres en el
camino.
Si tiene pautados llegar a una dirección
debes enfrentar los tapones que encontraras en el camino, las dificultades que
se presenten y todos los escombros si fuere necesario. Hasta que tu no llegues
hasta la meta no te detengas sigue adelante confiado que el que te indico sabe
muy bien la dirección a la que te quiere
llevar.
Se fiel y confía. Estas seguro.
Damaris Espinal
Hernández,
para cultura de Cristo.
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