Ustedes han olvidado los mandamientos de Dios. Sólo cumplen
tradiciones humanas. (Mar 7:8 PDT)
En la publicación,
pasada te hable sobre el secularismo, te mencionaba como las naciones que se
levantaron por la fe, hoy caen por su soberbia.
En esta ocasión deseo
hablarte sobre el otro extremo igual de peligroso, quizás más debido a que si
la fe “pierde” valor toda la sociedad se ve afectada negativamente.
En el verso de arriba
Jesús les habla a un grupo de personas muy interesantes llamadas los fariseos.
Los fariseos habían reducido su fe y como líderes, la de todo el pueblo a un
simple grupo de rituales, tradiciones y costumbres.
Su Inflación
espiritual llegó hasta tal punto que conociendo toda la ley, y los profetas, no
conocieron a Dios hecho hombre. Su afán por cumplir ritos, los hizo olvidarse
de la relación se suponía debían tener con el padre celestial.
Pero antes de que les
tengas lastima, te pienses que no eres vulnerable a ese problema, pensemos un
poco cuanto tú y yo podemos parecernos a ellos.
En el verso 7 Jesús les responde lo siguiente;
Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros
Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está
lejos de mí. (Mar 7:6 RV 1960)
El problema de los
fariseos, y en muchas ocasiones tuyo y mío no es hacer lo correcto, sino que
nuestro corazón no está en eso.
En otras palabras
leemos la biblia como una serie de consejos bonitos, y no como la palabra de
Dios viva y eficaz.
Nos congregamos como
un acto religioso semanal y no como una herramienta de Dios para aumentar mi fe
y comunión con mis hermanos. En algunos casos solo para navidad visitamos la
casa de quien decimos es nuestro padre celestial.
Oramos como un mero
acto religioso, que hacen las buenas personas, o como diciéndole a Dios una
lista de supermercado de mis caprichos y no una conversación con mi padre
celestial.
Hoy solo deseo que
conozcas a Dios de verdad, que empieces a congregarte para que tu fe crezca y
recibas una palabra de Dios en su casa, que empieces a leer la biblia y a dejar
que Dios te transforme a través de su palabra, y que empieces a conversar y
pasar tiempo en oración con tu padre celestial.
Estas prácticas
espirituales no son menos efectivas hoy que ayer solo menos practicadas.
Incorpóralas a tu vida
diaria con fe y veras un cambio especial para bien.
Cualquier comentario puedes
hacerlo abajo, y que Dios te bendiga.
#Mánager
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