Sabemos que nuestro antiguo ser pecaminoso fue crucificado con
Cristo para que el pecado perdiera su poder en nuestra vida. Ya no somos
esclavos del pecado. (Rom 6:6 NTV)
Su muerte, mi muerte, siendo rey se entregó por mÃ, esclavo fui,
hasta que el completamente santo, se hizo altamente indigno.
La muerte siempre nos es un hecho incomodo, muchos tienen miedo a
morir porque no saben a dónde van. Otros tienen la muerte como algo tan lejano,
que pareciera ser se creyeran inmortales.
Pero hubo una muerte, que ni aun el más escéptico puede ignorar.
Hubo una muerte que cambio la historia no solo de una nación, sino de toda la
humanidad. Hubo un rey que se humilló.
Imagina al Dios que puso los planetas a girar, aquel que no fue
creado porque es eterno. Aquel que es el infinitamente otro, aquel que aun con
las más complejas metáforas nos cuesta entenderlo.
Ese que es Padre, es Hijo y es EspÃritu, ese se hizo hombre, aquel
verbo eterno que creó todo, se hizo creación, el Rey de los cielos, se hizo
carpintero en la tierra.
El Santo Santo Santo, no solo caminó entre los pecadores si no que
se hizo uno, por amor a ellos, como aquel completamente inocente que tomó el
juicio y la condena por aquellos completamente culpables.
Mucha gente muere por sus ideales, pero solo uno murió para
nuestra redención. Muchos mueren por sus ideas, solo uno murió por tu
salvación.
Pero a diferencia de lo que se cree no murió por orden humana,
sino que el mismo quien no tenÃa que hacerlo, se entregó para llevarnos con él
una vez más.
Preciosa historia de amor en que el salvador se entregó por mÃ.
Preciosas historia de expiación en que Cristo murió para acercarme a él otra
vez.
Pero… ¿Qué harás ahora? El no quedó en la tumba si no que resucitó
para darte vida, este es el momento en que Jesús te llama para que le entregues
tu vida a él, para que vallas más allá de simplemente saber que el murió y
resucitó.
Muere con él, mata tu orgullo, mata tu falta de fe, mata tu falta
de amor y que resucité en ti aquel que Dios diseñó que fueras.
Este es el dÃa para que te entregues por completo a quien
completamente se entregó por ti.
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida
eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. (Rom 6:23 RV 1960)
#Mánager
0 Comentarios