´´El error nunca se
presenta en toda su desnuda crudeza, a fin de que no se le descubra. Antes bien
se viste elegantemente, para que los incautos crean que es más verdadero que la
verdad misma.´´
Ireneo de Lión
Quizás hayas escuchado hablar de unos
nuevos evangelios tan creíbles como los “tradicionales” y que muestran un Jesús radicalmente distinto.
Pero ¿Por qué no están en la biblia?
Los pergaminos del Mar Muerto se descubrieron en 1947, y
datan del año 250 antes de Cristo a 100 después de Cristo. Sin embargo, esos
documentos prácticamente no tienen nada que ver con la cristiandad, pero sí con
varios grupos judíos, rituales e ideas antes y durante la época de Cristo.
Pero no salieron a la luz hasta cerca de un siglo o más,
después que los Evangelios canónicos se completaron. Entre estos están el
evangelio de Tomás, de Judas Iscariote, de María entre otros.
Dar crédito histórico a libros como el
evangelio de Tomás es igual a aceptar las afirmaciones que hacen los gnósticos
de la realidad.
Encontrar verdad en estos libros seria buscar una aguja en
un muy poco confiable pajar.
En cambio los evangelios canónicos, los que se encuentran en
la biblia que conocemos, tienen una serie de características que les hacen
realmente fiables a diferencia de los controversiales pero poco verídicos
evangelios apócrifos.
El conocido apologista cristiano Lee Strobel, cuestionando
sobre el tema al erudito Dr. Craig A. Evans, este ultimo respondió; “Puede que el Evangelio de Tomás tenga
algo que decimos acerca del misticismo y el gnosticismo del siglo segundo, pero
nada con respecto a Jesús, aparte de algunas citas sacadas del Nuevo
Testamento. El Evangelio de Pedro, con su cruz parlante y su Jesús gigante,
suspendió el examen de credibilidad. Los evangelios de María y Judas se
escribieron en un periodo demasiado tardío corno para ser relevantes. El
Evangelio Secreto de Marcos es un fraude y los Papeles de Jesús, una broma.”1
Un elemento muy importante es que estos
“evangelios” datan de una época muy tardía para ser confiables en el mismo
libro el Dr, Craig A. Evans dice lo siguiente; »Se han presentado argumentos
muy contundentes para situar los tres sinópticos entre los años 50 y 70
dC.
Personalmente, pondría el primer
Evangelio, Marcos, en la segunda parte de los sesenta. Creo que Marcos se
redactó a la sombra de la guerra entre judíos y romanos de los años 66-70.
Jesús dice en Marcos 13:18, "Oren para que esto no suceda en
invierno." Y así fue. Los acontecimientos de que habló Jesús se produjeron
en el verano. Esta afirmación tiene sentido si el Evangelio de Marcos se
hubiera publicado cuando la guerra se había ya iniciado o estaba próxima a
comenzar. Sin embargo, si se hubiera redactado entre los años 71 ó 72, como
algunos han propuesto, sería extraño que Marcos hubiera dejado esta afirmación
en el texto.2
El hecho más conocido en torno a este tema es el del canon
La palabra canon viene del griego caña, que era lo que se
utilizaba para medir hasta que eventualmente llegó a significar norma. Aplicada
a la escritura la palabra se refiere a una lista de libros oficialmente
aceptada.3
Antes del canon no existía una lista de
libros del Nuevo Testamento. Para los cristianos, las “Escrituras” eran los
libros sagrados de los judíos, por lo general en la versión griega llamada
“Septuaginta”. Además, se acostumbraba leer en las iglesias, algunos de los
Evangelios y cartas de los apóstoles, particularmente de Pablo. A nadie parece
habérsele ocurrido hacer una lista de los libros cristianos que deberían formar
el “Nuevo Testamento”. En consecuencia, en unas iglesias se leía un Evangelio y
en otras otro. Y lo mismo sucedía con otros libros. Pero ahora, ante el reto de
Marción, la iglesia se vio obligada a compilar una lista o grupo de libros
sagrados. Tal lista no se hizo de modo formal —no hubo una reunión o concilio
para determinarla—sino que poco a poco se fue formando un consenso dentro de la
iglesia. Algunos libros que habían sido usados por algunas iglesias locales
cayeron en desuso y no se incluyeron en el Nuevo Testamento. Otros pronto
lograron acogida general. Otros, en fin, fueron discutidos por algún tiempo
antes de ser generalmente aceptados.4
Entonces si tu biblia es tan especial e
históricamente confiable ¿Por qué no leerla?
Te
motivo a que dejes que la palabra de Dios te transforme después de todo;
Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, (2Ti 3:16 RV 1960)
Si
quieres conocer más sobre el tema aquí te dejo 3 libros de los que puedes
aprender más:
1.
Lee Strobel - el caso del
Jesús verdadero,(pag 50)
2.
Lee Strobel - el caso del
Jesús Verdadero,(Pag 51)
3.
Josh McDowell – Evidencia
Que Exige Un Veredicto,(Pag 33)
4.
Justo L. González – Historia
Del Cristianismo Tomo I,(pag 37)
#Mánager
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