1. Apartar un tiempo no menor de
30 minutos, preferiblemente en la maƱana.
2. Buscar un sitio tranquilo y
adecuado.
3. Comience con una oraciĆ³n de
limpieza y apropiĆ”ndose de la llenura del EspĆritu Santo.
4. Tenga un tiempo de meditaciĆ³n
en las enseƱanzas particulares de cada dĆa y permita que el SeƱor le aconseje,
anime, reprenda e instruya en su Palabra experimentando una Ćntima comuniĆ³n con
El.
5. Agradezca a Dios por lo
aprendido y dispĆ³ngase a obedecer.
6. Es aconsejable llevar un
cuaderno en el cual colocar los puntos importantes, como son:- Mensaje de Dios
para hoy.- Promesas de Dios para mi vida hoy.- Que debo corregir de mi vida.-
AplicaciĆ³n personal prĆ”ctica- La peticiĆ³n al SeƱor para hoy- Agradezca al SeƱor
por:- Asuntos pendientes, PropĆ³sitos por alcanzar..
7. Espere "la
prisa es la muerte de la oraciĆ³n", y asĆ es. Espere en Dios: para
sentir su presencia, buscar su propĆ³sito, y percibir el poder de Dios en
su vida.
8. Lea en este momento, reverentemente
abra la Biblia y lea la porciĆ³n del dĆa.
9. Medite DespuƩs
de leer la porciĆ³n varias veces piense y hĆ”gase estas preguntas
personales:
¿Hay
alguna promesa que reclamar?, ¿Alguna lecciĆ³n que aprender?
¿Una
bendiciĆ³n que disfrutar? ¿Un mandato que obedecer?
¿AlgĆŗn
pecado que evitar? ¿Una nueva revelaciĆ³n de Dios?
10. Escriba espere
su revelaciĆ³n, no hay expresiĆ³n sin impresiĆ³n. Por tanto, es
provechoso probar y confirmar sobre el papel las impresiones que Dios nos
da. Registre brevemente los pensamientos descubiertos, en su
devocional, para aplicaciĆ³n prĆ”ctica.
11. Ore, Adore y de Gracias. Ahora
convierta la meditaciĆ³n en oraciĆ³n en tĆ©rminos de todo lo que el EspĆritu
Santo le haya revelado. "Si
permanecĆ©is en mĆ, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo
que querƩis, y os serƔ hecho" (Juan
15:7) y finalmente
12. Comparta Al salir
del lugar de oraciĆ³n, tome la resoluciĆ³n de compartir con alguien lo bueno
de su tiempo de meditaciĆ³n durante el dĆa.
13. ¡DISCIPLINA! En esencia el deseo de desarrollar una vida de intimidad con Dios es
una disciplina diaria de estar en su
presencia. Un reto que nace del corazĆ³n obediente, es un propĆ³sito persistente
en el cual se castiga nuestro cuerpo y
aun cuando este se duela, se queje y dicte a nuestro cerebro necesito: ¡MĆ”s
descanso! o ¡Hazlo luego! Te propongas alcanzar esa vida de disciplina, donde
elimines esas horas de sueƱo que te arrebatan la pasiĆ³n.
HOY es tiempo de ordenar tu vida
devocional y proponerte con determinaciĆ³n buscar el rostro de Dios. “Aquel que
no dedica al menos una hora devocional cada maƱana nunca podrƔ lograr los
sueƱos que Dios ha puesto en su corazĆ³n”
#Natasha
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