"El pareció vivir
muchas vidas en una, y cada vida tuvo una plenitud asombrosa. Predicó más
sermones, viajó más kilómetros, publicó más libros, escribió más cartas - sin
secretario - edificó más iglesias, enfrentó más controversias, e influenció más
vidas que cualquier otro hombre en la historia de Inglaterra. Y a través de
todo esto, como él mismo lo expresó en una graciosa paradoja, “no tenía tiempo
para andar apresurado.”
Dr W.H.Fitchett
Una
pregunta que todo cristiano debería hacerse por el peso y la aplicación que
tiene esa respuesta para aquel que quiera agradar a Dios y que se niega a ser
como diría el mismo Wesley, un casi cristiano es; ¿Qué puedo yo aprender de la
vida de Juan Wesley? Aquí algunas enseñanzas que podrían servirte.
1.
Los
sanos no necesitan médicos.
En
el momento en que la predicación del evangelio se volvió un rito religioso y no
el anuncio de las buenas nuevas de Cristo, Wesley nos recordó el mandato
bíblico de IR y predicar el evangelio.
La
toma del Evangelio por parte de Juan, fuera de la iglesia y al "aire
libre" era algo mal visto por los líderes de la Iglesia de Inglaterra (que
argumentaron que la predicación debería hacerse solo detrás de un púlpito,
dentro del templo).
No he venido a llamar
a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores y necesitan
arrepentirse. (Luc 5:32 NTV)
2. Conocer las escrituras más allá de la
simple lectura
Wesley
mismo se consideraba como un “homo unius libri” (un hombre de un solo libro).
A saber este libro era la biblia. Dando a entender de que a pesar de amar leer
libros de todo tipo su fundamento primado era la palabra de Dios.
¿Qué
entendía Wesley por "escudriñar las Escrituras"? Wesley enfatizó tres
aspectos: lectura de las Escrituras, meditar sobre ellas, y escuchar lo que
dicen. El fuerte énfasis de Wesley en la Biblia como la fuente principal para
conocer la revelación de Dios al mundo le hizo acreedor, a él y a sus
seguidores, del nombre "polilla de la Biblia" o "fanático de la
Biblia".
Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia. (2Ti 3:16 RV 1960)
3. Su efectividad
Un
escritor sugirió que “ningún evangelista cristiano desde Pablo, Lutero, y
Calvino podría revisar su vida y ver más resultados concretos de su ministerio
que Wesley.”
Pero
entender esta efectividad sin conocer la ferviente vida de oración de Wesley,
su amor por las escrituras y el encuentro que tuvo con Dios luego de su regreso
a Inglaterra seria olvidar que Dios recompensa a los que buscan primero su
reino.
Sus
logros como predicador y ministro se puede rastrear directamente a su relación
con Dios, más exactamente a su oración diaria a las 4 am.
Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas. (Mat 6:33 RV 1960)
4. ¿Cómo le va con su alma?
Un
cristianismo pecador no era parte de su entendimiento de la verdad bíblica.
Llamaba a creyentes a vivir en perfección cristiana, a madurar y crecer. De
hecho, si no lo hacían, a veces fueron reprendidos.
En
las reuniones de clase que se hacían semanalmente, el líder de clase se ponía
de pie y hacía la pregunta, “¿Cómo le va con su alma?” Cada persona tenía que
ser brutalmente honesta y explicar cómo le iba en su crecimiento espiritual.
Este
tipo de honestidad y de dar cuentas, aumentado por la expectación de que uno sí
podía tener motivos puros, hizo que la santidad fuera el clamor del corazón de muchos
de los seguidores de Juan Wesley.
"Por eso hermanos, les ruego que entreguen toda su vida como
sacrifico vivo a Dios, quien nos ha mostrado compasión. Esa ofrenda que es su
vida debe estar dedicada solamente a Dios para poder agradarle. Esta clase de
adoración es la que realmente tiene sentido." (Rom 12:1 PDT)
5.
¿Estás seguro de tu salvación?
Este es quizás la más
trascendente de las enseñanzas en la vida de Wesley. Antes de que Dios hiciera
todo lo ya mencionado en la vida de Wesley, este tuvo una experiencia que marcó
su vida y a través de él muchos miles de personas.
Luego de que Wesley
reconociera haber tenido miedo de morir cuando el barco en el que viajaba hacia
las colonias para evangelizar los indígenas, presentara turbulencias. El
ministro anglicano reconoció que a pesar de considerarse un buen cristiano no
estaba seguro de su salvación.
Hoy muchos de
nosotros nos creemos buenos cristianos, pero te pregunto si te tocase partir
ahora ¿Estás seguro de que veras a Dios? ¿El Espíritu Santo te da testimonio de que eres hijo de
Dios?
Si tu respuesta fue
tambaleante como en su momento la fue la del joven Wesley, te invito a que como
él, busques de la presencia de Dios y de sus Espíritu Santo y te asegures de
ser su hijo.
El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. (Rom 8:16 RV 1960)
Te instó a que
tomes estas cortas enseñanzas y las tomes como esquema para aplicarlas a tu
vida y estar más cerca de Dios. Dios te bendiga
#Mánager
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