“Entonces
el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos, y
serás mudado en otro hombre. Y cuando te hayan sucedido
estas señales, haz lo que te viniere a la mano, porque Dios está contigo.”
1 Samuel
10:6-7
En estas semanas hemos estado hablando
sobre “el llamado” y hemos tocado temas como: Coalición, ¿Cómo descubrirlo? y capacidad,
por lo que ahora nos toca hablar sobre acción.
Una vez que ya sabes cuál es tu llamado y
sabes con los recursos que cuentas (Ilimitados, por medio del padre), nos resta
accionar, y es aquí donde muchas personas fracasan antes de comenzar.
Nos detenemos para aclarar todo antes de comenzar o
conseguir garantías de que todo funcionará de acuerdo a lo planeado, lo cual es
correcto (nos encanta tener todo bajo control y contar con garantías), pero,
esto no puede detener tu llamado, planificase es sumamente necesario, pero la planificación,
no debe detener lo que debes hacer.
Garantías, déjame decirte que no hay. En nuestro llamado
individual no contamos con una garantía (una póliza de seguros en caso que algo
salga mal), lo que pasa es que cuando decidimos creerle a Dios y aceptar su
llamado, se crea un punto sin retorno, un antes y después en tu vida, un
momento donde solo debes confiar en que todo lo que está por venir está
controlado por Dios y no por ti (eso mi querido amigo, es poner la fe por obra).
Dante Gebel da el siguiente ejemplo, los trapecistas
estando allá arriba, se sueltan de donde están agarrados, y quedan suspendidos
en el aire esperando a que su compañero lo atrape, pero no tiene garantías de
ser atrapado, el si tiene esperanza de ser sujetado y confianza en la otra
persona.
Para que la acrobacia sea completada y se complete a
cabalidad, es necesario que el trapecista abandone el lugar donde está, y así
pasa con el llamado, para que tu llamado sea puesto en acción, el señor
necesita que tu abandones todo aquello que detiene el llamado de Dios en tu
vida, pereza, falta de preparación, lugares o personas, aparatos electrónicos,
la lista puede ser interminable, pero tú sabes puntualmente que necesitas
abandonar.
Entonces, si no hay garantías, ¿Qué tenemos?, antes de responder veamos
los siguiente:
“Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu
parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y
engrandeceré tu nombre, y serás bendición.”
Génesis 12:1-2
“No
temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia.”.
Isaías 41:10
“Entonces
le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi
familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
Jehová
le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un
solo hombre.”
Jueces 6:15-16
¿Qué tienen estas tres personas en común?, no es un horóscopo
ni una galleta de la fortuna, tienen lo mimos que tú y yo tenemos al momento de
nuestro llamado, una promesa.
Para que tu llamado se cumpla, se necesitan 3 cosas:
1- Conexión. debemos
estar conectados a la fuente, fuera del señor nuestro llamado no tiene sentido
y esa conexión se hace efectiva a través de su Santo Espíritu el cual no ha
sido dado por el sacrificio de su hijo en la cruz.
2- Disposición. Aun cuando queremos declinar,
cuando decimos que no tenemos la capacidad, que hay alguien mejor, el señor te
dice que es con sus fuerzas y con sus recursos, tu solo debes estar dispuesto y
atento a escuchar su voz.
3- Fe. Esa certeza de que lograras tu objetivo, esa
confianza en que Dios está contigo, esa firmeza en que la promesa del señor se cumplirá.
Cuando
tengas estos 3 puntos en tu vida, podrás hacer lo que te venga a la mano, o lo
que bien te parezca como dice otra versión de 1 Samuel 10:6-7, Porque si tienes la conexión, tus decisiones serán guiadas
por el Espíritu, si tiene la disposición, no tardaras en cumplir tus metas, y
con la fe, harás cosas que cuando te pregunten ¿Cómo sucedió? La única respuesta,
será: Eso lo hizo Dios.
¿Qué
estas esperando para cumplir tu llamado?, no pretendas tener todo lo que necesitas
antes de comenzar, empieza por pequeños pasos, mira los antecedentes de los
grandes hombres de la biblia, empezaron con pequeños pasos, pero pasos firmes.
Tu llamado, está esperando por ti.
Bryan Pérez.
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