Podemos definir coalición como
reunirse, juntarse, confederación, liga, unión. Y quizás te preguntes, ¿Qué
relación tiene esto con el llamado de Dios? Permíteme decirte que mucha.
Y
esto es así debido a que cuando Dios nos llama, el quita los elementos que no
contribuyen a su propósito para nosotros, como es el caso del pecado, sin
embargo el mantiene los elementos, o rasgos necesarios para llevar a cabo
aquello para lo cual fuimos creados, como con las memorias de las cosas que has
vivido.
Es
por esta razón que el llamado de Dios es una coalición, una asociación entre
Dios y tú. No hay más grande privilegio que el Dios todopoderoso decida usar
nuestra vida para cumplir sus propósitos eternos. Aun cuando no nos necesita,
el nos hace participes de sus obras.
No
obstante, este llamado de Dios para tu vida, no se cumple de la moche a la
mañana, mucho menos como por arte de magia. Es importante saber que cumplir el
propósito de Dios conlleva un proceso. Veamos algunos elementos presentes en
todo llamado bíblico:
Momento de
encuentro con el Señor
Un
primer momento, que es esencial para cumplir nuestro propósito en esta tierra,
es encontrarnos con Dios. El encuentro con Dios es el momento en que entregamos
nuestra vida al Señor. Y la forma en que esto pasa puede variar de persona a
persona, como vemos a continuación.
En
el caso de Moisés, como vemos en el capítulo 3 de éxodo fue la zarza, allí Dios
se le mostró de forma sobrenatural y le revelo su llamado a sacar al pueblo de
Dios de Egipto.
Otro
caso sumamente interesante es el que vemos en el libro de jueces en su capítulo
6 con Gedeón, quien a pesar de considerarse un hombre insignificante, Dios lo
llamó como varón esforzado y valiente, ya que el llamado no se logra en fuerza
humana, si no en el poder del Espíritu.
En
ese sentido en estos dos casos podemos ver que somos llamados para servir a la
gente. Así lo hicieron tanto Moisés, sacando el pueblo de la esclavitud, como
Gedeón librándolo de sus enemigos.
Y
un último encuentro del que quisiera hablar es el de Pablo, registrado en el
capítulo 9 del libro de hechos. Este nos ilustra de una forma muy clara como a
pesar de conocer la ley, pablo al no conocer a Cristo no podía cumplir su
llamado.
Sin
embargo luego de que Pablo se convirtiera le fue revelado su llamado, y aun su
anterior condición, de perseguidor de la iglesia, Dios la usó para que este
anunciara a Cristo. Pablo, era un asesino, pero al encontrarse con Cristo, este
ímpetu fue usado por Dios para extender el evangelio a los gentiles.
Gedeón
tenía miedo, pero cuando el Señor habló a su vida, pude ser el hombre valiente
que Dios veía en él, y liberar a su pueblo de ese mismo miedo. Moisés vivió en
el palacio de Faraón, pero Jehová lo usó para sacar su pueblo de Egipto.
De
igual forma el Señor quiere usar lo que sabes, lo que eres, y aun tus
debilidades para que cumplas su propósito en ti. Así que te motivo que ores,
que leas la palabra de Dios. Y le busques constantemente para que conozcas el
grandioso llamado que él tiene para tu vida.
Encuéntrate
con Cristo, para que formes esa coalición espiritual que bendecirá al mundo.
“Pues Dios nos salvó y nos llamó para vivir una vida santa. No lo
hizo porque lo mereciéramos, sino porque ése era su plan desde antes del
comienzo del tiempo, para mostrarnos su gracia por medio de Cristo Jesús.”
2Ti 1:9 NTV
¡Dios te bendiga!
#Mánager
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