Como
parte de nuestra serie sobre los dones que Dios le ha dado a su iglesia
queremos hablar de forma específica de cada uno de estos, para que así puedas
identificar cuál de estos tienes o si aun no identificas ninguno en tu vida
puedas crecer en Dios y ser de edificación para tu iglesia local.
En
esta presente escrito de nuestro segmento cultura, hemos querido hablarte de
alguno dones, de los cuales, agrupamos bajo el renglón de dones de palabra.
Estos
forman parte de los dones de servicio, pero usan el hablar a los demás como
medio de operación.
Enseñanza
En
un primer lugar queremos hablar del don de enseñanza. Este don no debe
confundirse con el ministerio del maestro, del cual hablaremos en próximos
artículos.
En
el idioma original se usan dos palabras que definen muy bien este don.
El
primero es didaskalia, este término está estrechamente relacionado con el
concepto de “doctrina”, ya que una de las mayores manifestaciones del don de
enseñanza es el compartir con otros las verdades esenciales del evangelio.
El segundo es katequeo,
el cual podemos traducir como “instruir”. Este ultimo nos recuerda el carácter práctico
del don de enseñanza, ya que el Espíritu Santo obra por medio del don para que
lo enseñado pueda ser puesto por obra.
De igual forma pablo nos aconseja lo siguiente
en relación a dicho don; Pero tú habla lo que está de acuerdo con
la sana doctrina...presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la
enseñanza mostrando integridad, seriedad. Tito 2: 1 y 7
Exhortación
Este don tiene
cierta relación con el antes mencionado, pero en cambio se diferencia, en que
más que hablar de la doctrina, motiva a los creyentes a llevar una vida
correcta y santa.
Un
buen ejemplo de esto es lo que podría considerarse una doble exhortación de
Pablo hacia Tito: Exhorta asimismo a los jóvenes a
que sean prudentes (Tito 2:6 RV 1960)
Vemos que el Apóstol exhorta al joven pastor, a animar o motivar a
los jóvenes a hacer lo bueno. La exhortación bíblica no es una acusación si no
una palabra de ánimo para crecer en Dios.
Profecía
Por ultimo
queremos hablar del don de profecía, el cual al igual que el magisterio no
podemos confundir, con el ministerio de profeta.
Para definir este
don; debemos tener claro algunos hechos que Dios nos revela en su palabra sobre
este don, algunos elementos que podemos ver están en el capítulo 14 de 1
corintios, una iglesia de muchos dones pero de poco carácter:
1. Es uno de los dones por lo
que más deberíamos orar. (verso 1)
2. Es un don que la mayoría de
creyentes debe manifestar. (verso 5)
3. Es señal a los creyentes.
(verso 22)
4. No se refiere a predecir el
futuro si no a:
a. Edificación, es decir que la
iglesia pueda levantarse conforme a la voluntad de Dios.
b. Consolación, es decir que el
Espíritu de Dios hable a nuestras heridas o carencias y nos fortalezca.
c. Exhortación, para que Dios
nos hable de cómo debemos guiarnos conforme al carácter de Cristo
5. Es para convencer a los que
no conocen a Cristo, y que por el juicio de sus obras pueda conocer a Dios.
(verso 24)
6. Manifiesta lo oculto del
corazón humano. (verso 25)
7. Debe hacerse en orden.
(verso 29)
8. Pueden manifestarse la
enseñanza y la exhortación en el mismo. (verso 31)
9. Si produce confusión Dios no
está obrando en la supuesta profecía. (verso 33)
En base a lo anterior podemos definir este don como Dios usando a
alguien para transmitir su mensaje.
Te insto a que conozcas a Dios y que su Espíritu Santo te revele
sus dones y como operar en ellos. Pero que sobre todo tengas una comunión
intima con él por medio de Cristo, que es quien da los dones.
Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar
lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden. (1Co 14:39-40 RV 1960)
Dios te bendiga y busca nuestras próximas publicaciones sobre la
serie de los dones.
Ruddy Reyes
0 Comentarios