El mundo en su
historia ha sufrido de grandes guerras, que por su impacto y las naciones
involucradas han recibido el nombre de guerras mundiales. El solo hecho de
decir “mundial” revela que estamos ante una situación de grandes dimensiones y
sabemos que el problema es mayúsculo.
Y es que dentro de
la historia moderna del planeta tierra, el ser humano se ha dado a la tarea de
destruirse, por lo que muchas veces nos preguntamos, Porque el ser humano
tiende a la destrucción?, muchas veces al suprimir de la memoria lo más
elemental para preservarnos en vida,
caemos en profundidades donde
solo encontramos la venganza, el deseo desmedido , el someter por la
fuerza a otro ser humano, la búsqueda del control de la riqueza y por ende del
poder, la satisfacción del ego humano.
Y es que a partir
de 1914 se abre un periodo de más de
30 años de guerra y agitación social en el viejo continente. Las guerras de
este siglo fueron las más crueles de la historia, 10 millones de muertos en la Primera Guerra Mundial y 40 millones en
la Segunda Guerra mundial.
El ser humano ha
perdido la capacidad de asombro, estamos diciendo que 50 millones de personas
perdieron la vida en 30 años. Y hoy dÃa continuamos hablando de guerras, será
¿que nada ha cambiado aun con los grandes avances en las ciencias, en la
tecnologÃa?, será que imponer una forma de vida para todos es lo ideal? ¿será
que la puja por el control de los tesoros y el petróleo nos han enceguecidos?
Lo irónico de esto:
es que, dentro de este mar bélico, hay personas que dicen que estamos
disfrutando de un tiempo de Paz, y me pregunto: ¿será cierto?
Al parecer hoy no
estamos en guerras de tales dimensiones, sin embargo clamamos por paz, y es que
hoy se escucha el grito desesperado de mujeres que con la ilusión de felicidad
y paz, aceptaron a un hombre que hoy las golpea de todas las maneras posibles,
cuanta alegrÃa al nacer en esta casa trajiste, mi pequeño hijo, pero levantose
de repente una voz que decÃa: “¿cuando volverá la paz a esta casa “o cuando
volverá la paz al barrio? ¿Será que mi ciudad podrá tener PAZ?
Y es que arropado
por los valores más bajo de nuestra sociedad, drogas, gangas juveniles, deseos
de riquezas sin trabajar, los jóvenes de
hoy viven en tal desesperanza que solo atinan a vivir sumergidos bajo las sombras
del vicio, del hurto. Estas cosas que causan dolor en el hogar y por ende a la
misma sociedad.
Y qué decir del
clima corruptor que como torrencial aguacero inunda las calles del estado, pero
que salpica con grandes chubascos las esferas de las corporaciones e
inversionistas privados, y es que parece que todos estamos bebiendo del
torrente que emana al cesar este aguacero.
Se repite la
pregunta: ¿Cuándo tendremos paz? y es que la paz no es algo, sino alguien y
su nombre es JESUS. y es que la paz que el mundo necesita es distinta a la que
se puede obtener por mero esfuerzo humano, O al contemplar un hermoso valle, o
una pintura con un paisaje de tranquilas aguas.
El mismo JESUS
DIJO: “Estas cosas os he hablado
para que en mà tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad,
yo he vencido al mundo. Juan 16.33
La paz no significa estar en un lugar tranquilo, sin
dificultades, sin arduo trabajo o sin dolor. La paz consiste en que, en medio
del ruido y de la tempestad, sintamos calma en nuestro corazón. Y la paz del corazón solo es alcanzable si permitimos que aquel Rey
anunciado por el ángel Gabriel. Nazca en nuestro corazón, y entonces Si, todos
podemos cantar:
¡AL MUNDO PAZ NACIÓ JESUS, NACIÓ YA NUESTRO REY!!!!
Virgilio Vasquez
0 Comentarios